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SA84Q1 - Primera sesión de preguntas y respuestas
Saanen, Suiza
22 de julio de 1984



0:15 Hay muchas preguntas, unas doscientas o más. Se han elegido algunas de ellas. No las he mirado antes. Me pregunto en qué estamos realmente interesados cada uno de nosotros. Probablemente en la salud, probablemente, si son un poco ancianos y con un pie en la sepultura, el miedo a la muerte, y también mientras somos muy jóvenes, el sexo. Y si no tienen trabajo ni vocación, que se está convirtiendo más y más en imitación. ¿En qué estamos verdadera y profundamente interesados? ¿A qué estaríamos dispuestos a dedicar gran parte de nuestra energía, vitalidad y seria intención?
1:57 ¿Hasta dónde llegaríamos para llevarlo a cabo, o para perseguir algo muy, muy serio en la vida?
2:17 ¿Nos estamos volviendo todos muy superficiales? Nunca nos formulamos preguntas serias y exigentes como ¿qué sentido tiene lo que pasa en todo el mundo? ¿Por qué nos comportamos del modo en que lo hacemos? ¿Por qué no hay paz en el mundo? Estoy seguro de que sí nos hemos preguntado todas estas cuestiones, probablemente. Y no hallamos respuestas, o si las hallamos son de acuerdo a algún principio, alguna filosofía, o aceptando un sistema. Aparte de todo eso, ¿en qué está uno verdaderamente interesado? Si nos lo preguntamos, ¿encontramos alguna vez una respuesta absoluta? ¿O todo es relativo? Si uno se siente infeliz, quiere ser feliz. Cuando uno siente inseguridad física, biológica, busca una forma de seguridad y lucha contra la diferencia de clases. Ya conocen todo lo que está sucediendo en el mundo. ¿Cuál es nuestra respuesta a todo esto, a estos problemas tan acuciantes?
4:48 ¿Persistimos jamás en algo y lo seguimos hasta el mismo final? El otro día hablamos de la salud, que naturalmente es muy importante. ¿Cómo puede un cuerpo estar sano si uno abusó desde la juventud del alcohol, del tabaco, de las drogas. Ya conocen todo el proceso médico de la salud, de mantener el cuerpo sano. O hacen alguna clase de ejercicio físico, corriendo diez o cinco millas, o hacen algún tipo de yoga —¿puedo usar esta palabra?— y se vuelven un poco fanáticos del yoga. Hace tiempo, en la India el yoga se enseñaba a muy poca gente. No era un asunto comercial. Ahora se ha convertido en un gran negocio. Espero que no les importe que les diga todo esto. Nos preocupa nuestra salud. Pienso que la salud llega cuando no está el "yo", cuando el ego no está extraordinariamente activo. Es como la belleza, cuando no está el "yo", está la belleza. Cuando el ego, con su actividad egocéntrica no está, hay muy buena salud.
7:26 Y también tenemos muchísimos problemas psicológicos, además de los problemas físicos: no tener una casa donde vivir, o solo tener un piso en una ciudad pequeña o grande, vivir en cajones, por así decir. Y eso también ejerce una gran tensión sobre el cuerpo, etc. Todos esos problemas económicos que están realmente devastando el mundo, cada país interesado en sus propios problemas económicos, su propia seguridad, armamento, y todo lo demás. ¿Cómo puede cada país separarse del resto de la humanidad, y la población aumentar por millones? En la India cada año nacen quince millones de niños. Esa es la población de Holanda y de Australia. Quince millones de personas, desempleo, pobreza... ¿Comprenden todo esto? Ciertamente todos estos problemas —lucha de clases, luchas ideológicas— pueden acabar sólo cuando todos nos volvamos verdaderamente civilizados. Es decir, cuando no estemos apegados a ninguna parte del país en particular, cuando no estemos nacional y religiosamente divididos, sino que tratemos el mundo entero como nuestro mundo, entonces no habrá barreras. Estoy seguro —lo hablamos con algunos científicos— de que toda la humanidad puede ser debidamente alimentada, alojada y vestida, etc., si abolimos la guerra y todos los terribles instrumentos bélicos. Pero me temo que no somos civilizados. Somos demasiado bárbaros. Y de esta forma ninguno de los problemas físicos se soluciona jamás.
10:36 Y surge la siguiente pregunta: Si hay media docena de personas en el mundo, que verdaderamente trascendieron, fueron más allá del "yo", que es la más elevada forma de civilización y cultura, ¿qué efecto tendrían en el resto de la humanidad? Esta pregunta se ha formulado una y otra vez. Usted, tal vez, cambie radical, fundamentalmente, y esté totalmente libre de toda la estupidez de la humanidad, ¿qué efecto tendrá sobre el resto del mundo, sobre las masas, como se suele decir? ¿Tendrá algún efecto? ¿No se hacen ustedes esas preguntas?
11:49 ¿Sería correcto preguntar qué efecto va a tener? ¿Cambiamos a causa del efecto? O cambiamos profundamente "per se", por sí mismo, por su propia belleza, por su propia fuerza, por amor, compasión y demás? Y si lo hacemos, quizás media docena o una docena de personas en el mundo, ciertamente afectará a toda la conciencia de la humanidad. Como Napoleón afectó a todo el mundo, etc. y los maestros religiosos, los verdaderos maestros religiosos, no los falsos, afectaron a la conciencia de la humanidad. Tendríamos que considerar todo esto cuando nos decimos "si yo cambio, ¿cómo afectará a mi vecino, a las masas? Pienso que es un enfoque erróneo de la cuestión. Uno ama, no debido a algo, no porque uno vaya a afectar al mundo o a su vecino, sino que esa misma cualidad, el perfume, su profundidad y belleza, tendrá su propio resultado, sin que cada uno quiera un resultado.
13:49 Así pues, vayamos a estas preguntas. Hay siete, esta mañana. No sé si podemos responder a todas. ¿Por qué hacemos preguntas? Debemos hacerlo. Pero ¿a quién dirigen estas preguntas? Yo sé... Quiero decir que el que habla sabe, porque ha recibido muchísimas cartas de todas partes del mundo, que quieren hablar con alguien. No pueden hablar con sus esposas o sus maridos, o con algún conocido, pero quieren hablar con alguien sobre sus problemas, sus trabajos, sus peleas y de todas esas cosas que hacen la vida tan desgraciada. Y así, uno escribe cartas, largas cartas. No es que ustedes no deban escribir cartas a quien les habla, pero ya que no es posible hablar juntos, con cada uno de nosotros por separado, ¿podemos dejar de buscar a otro que nos ayude, y tener aquella fuerza, aquella cualidad que resuelve nuestros propios problemas? Ya sé que es agradable hablar con alguien, contarle nuestro dolor, nuestras depresiones, nuestras ansiedades, ambiciones, y esa charla, esa conversación, puede ser de ayuda. Y cuando hacemos preguntas, ¿de qué modo las enfocamos? no sólo las preguntas que nos hacemos a nosotros mismos, sino también si pregunta algo aquí, ¿cómo aborda una pregunta? ¿Cómo aborda un problema? La palabra "approach" (abordar) significa acercarse mucho, llegar tan cerca como sea posible a una pregunta o a un problema. ¿De qué forma abordamos? ¿Entiende el significado de esta palabra inglesa (approach)? Llegar muy, muy cerca. Me acerco a usted. ¿Cómo nos acercamos a estas preguntas? No sólo las preguntas planteadas al que habla, sino también a cualquier problema, cualquier pregunta que tengamos. ¿Cómo nos acercamos a ello? ¿Estamos interesados primero en la solución del problema? ¿Comprende mis preguntas? Supongamos que tengo un problema. Mi interés entonces es hallar una solución, ¿no? Pero la solución puede encontrarse en la pregunta misma. ¿Comprende? Nos adentraremos en eso.
18:28 ¿No deberíamos enfocar el problema de forma tentativa, vacilante? Pero si usted tiene un motivo, el motivo dirige el problema, ¿está claro? ¿Está claro? Estamos discutiendo conjuntamente la pregunta, cómo abordar la pregunta. ¿Podríamos aproximarnos a ella sin un motivo, en primer lugar? Porque si tiene un motivo, éste ya ha fijado una dirección a la pregunta, ¿no? Está claro, ¿verdad? Si tenemos alguna clase de dirección, como es solucionarlo, ya lo hemos limitado, ¿verdad? Entonces, ¿podríamos enfocar un problema sin un motivo, sin buscarle una solución ni queriendo que el problema se solucione según nuestro placer o dolor? ¿Podríamos enfocar el problema sin ninguna reacción? Va a resultar muy difícil, porque cuando tenemos un problema, reaccionamos a él instantáneamente. ¿Podríamos pues dejar que haya un espacio, que tenga sentido no tener motivo ni dirección ni agrado ni desagrado? Entonces puede mirar el problema sin proyectar sus propios anhelos, sus propios deseos. Entonces puede mirar el problema, estudiarlo, adentrarse en él, y en la comprensión del problema la solución está ahí, no fuera del problema. Hablamos de eso con algunos políticos —ya sé que son las personas menos apropiadas, pero hablamos con ellos—. Dijeron que todo eso toma demasiado tiempo. Hemos de solucionar nuestros problemas inmediatamente, porque la gente se muere de hambre, hay terroristas, etc. Nunca van a la causa de las cosas, ¿entiende? Quieren inmediatez, todos la queremos, no sólo los políticos. Todos queremos una respuesta rápida, inmediata y cómoda. Si uno tiene dolor de cabeza, como parece que le ocurre a la mayoría, nunca averiguamos por qué surge, cuál es su causa, lo que hacemos es tomar rápidamente una pastilla, pero la causa está ahí. Investigar la causa, adentrarse en ella muy profundamente requiere un cerebro que no esté reaccionando todo el tiempo, defendiéndose, atacando, agresivo, ¿entiende? Ha de tener la cualidad de la flexibilidad, de la rapidez, pero la rapidez llega cuando hay paciencia. La paciencia no es tiempo. La paciencia es la cualidad de un cerebro que está mirando, observando. Me pregunto si ve todo esto.
22:46 Aquí hay algunas preguntas, que algunos amigos han elegido. Me han mostrado todas las preguntas, pero han elegido estas. Yo no las he visto, y usted tampoco. Así que examinémoslo ambos sin ningún motivo, sin ninguna clase de reacción, de agrado ni desagrado, sino que escuchemos primero la pregunta, de forma que su respuesta o mejor dicho, la solución, sea real, no algo fantástico, imaginario, ilusorio. ¿De acuerdo? Así pues, usted y el que habla vamos a acercarnos a esta pregunta con vacilación, sin ningún motivo, ni reacción. ¿De acuerdo?
24:13 ¿Cómo sabemos la diferencia entre observarnos a nosotros mismos en el sentido que usted le da, y el mero pensar en nosotros mismos?
24:29 ¿Cómo sabemos la diferencia entre observarnos a nosotros mismos en el sentido que usted le da y el mero pensar en nosotros mismos?
24:51 ¿Tiene usted la respuesta? Pensar en nosotros mismos y observarnos a nosotros mismos. Según esta pregunta son dos cosas diferentes. Pensar en uno mismo, que todos hacemos: "Yo estoy progresando", "yo soy mejor que ayer", "tengo mis problemas", lo cual es pensar, "quisiera tener mejor comida, mejores ropas, una casa mejor", o "quisiera tener más sexo, más dinero". Pensar en uno mismo todo el tiempo, que hacemos la mayoría, incluso el monje austero, piensa en sí mismo, ¿verdad? Solo que en nombre de Dios. Y el que pregunta dice: "¿Cuál es la diferencia entre eso —el pensar en uno mismo— y el observarse a sí mismo?" Esa es la pregunta.
26:20 Sabemos lo que significa pensar en nosotros mismos, ¿verdad? Es realmente dar vueltas y más vueltas. Bien sea expandiendo el "yo", el ego, o contrayendo el ego. Yo soy el mundo, yo soy Dios, yo he de ser más amable, tengo que amar, tengo que ser más inteligente, he de meditar para alcanzar lo que sea que quieran alcanzar. Así que todos estamos atrapados en eso. Pero observarse a sí mismo es algo enteramente diferente.
27:21 Entonces averigüemos qué significa observar. ¿Comprenden la pregunta? ¿Estamos juntos, en esto? ¡Vamos, señores!
27:39 Ante todo, ¿observamos algo sin la palabra? ¿Observamos la montaña sin llamarla montaña? ¿Observamos la luz del atardecer sobre la nube? con su colorido extraordinario, su belleza y algo inmenso. ¿Podemos mirar esas nubes y la montaña sin usar ni una sola palabra? ¿Podemos hacerlo? ¿Entienden mi pregunta? No se queden tan parados. Es decir, ¿podemos mirar algo de forma objetiva —los árboles, la naturaleza, las aguas, el cielo y la estrella vespertina, el silencio de una mañana este mundo extraordinario en que vivimos, el mundo natural—, ¿podemos mirar algo sin una sola palabra? Y para averiguarlo hemos de profundizar en la pregunta de por qué el cerebro está atrapado en una red de palabras. ¿Comprenden la pregunta? ¿Estamos juntos en esto?
29:47 Estamos preguntando: ¿Podemos mirar algo, incluyendo a mi esposa, mi marido, mi hija, a los políticos, los diversos gurús y sacerdotes y todo el circo que se da en nombre de la religión, podemos mirar todo eso sin reaccionar, primero? Luego averiguar si podemos mirar todo eso sin la red de las palabras interfiriendo con nuestra observación. ¿Podemos hacerlo? ¿Lo ha intentado alguna vez? Cuando uno mira a la esposa o al marido, ¿puede mirar sin todas las imágenes sin todo lo que acumuló sobre ella o él, simplemente mirar? ¿Puede hacerlo? Ustedes están muy callados cuando hablo del marido y la esposa, de la novia o el novio. Uno tiene, pues, que descubrir por qué el cerebro está tan atrapado en las palabras. Cuando dice: "Él es un comunista o un totalitario", ya lo ha resuelto, lo ha catalogado, lo ha metido en una jaula, y se acabó. O bien "es británico". O es francés, indio, esto o lo otro. Vea lo que le ocurre a nuestro cerebro. Lingüísticamente el cerebro está atrapado en las palabras, no por el significado y la profundidad de la palabra, sino sólo por la palabra. Eso requiere una atenta vigilancia. Vigilar es observar. Había un globo ascendiendo esta mañana. Todos ustedes lo habrán visto, y observado cómo iba ascendiendo más y más, muy lentamente. La góndola colgando, ustedes lo habrán visto todo. Entonces, puede que hayan dicho: "Caramba, quisiera estar allá arriba", o se hayan dicho: "¡Qué peligroso!" Etc. Nunca miramos nada sin las palabras, sin reaccionar —mirar—.
33:21 Ahora ustedes están todos ahí sentados y desafortunadamente están viendo al que habla. Y ya le han encasillado en una categoría. Ya tienen una imagen de él. Ya dicen que él es esto, lo otro, o que es algún idiota, o lo que les guste decir de él. Así que ustedes nunca... (tren) ¡Se olvidó de silbar! Así que nunca lo miran como por vez primera. ¿Entienden? ¿Han hecho alguna vez algo así? No sólo por un minuto, una hora o un día, sino tener el frescor de una mente, un cerebro —¿comprenden?—, que no está atrapado en palabras y reacciones. Mirarlo todo como si fuera la primera vez que miran el mundo. La observación es mirarse a uno mismo, sin permitir que ni un solo pensamiento escape sin observarlo, sin ser consciente de él, y prestando toda su atención a ese único pensamiento. Y luego, otro pensamiento. Y seguir en ello. De forma que su cerebro esté extremadamente atento, ¿comprende? Esta vigilancia no es un movimiento egocéntrico. Mientras que pensar en sí mismo es una actividad egoísta, egocéntrica. Esta claro, ¿verdad?
35:57 Ahora bien. Un momento. ¿Cómo nos movemos de esto a aquello? ¿Correcto? Usted naturalmente se lo pregunta. Ha de hacerse esta pregunta. ¿O la estoy formulando yo y usted la acepta? ¿Entiende? Supongamos que uno es egocéntrico, que yo soy egocéntrico, toda mi perspectiva es personal —no me quieren, tengo que amar—, ya conoce todos esos líos y tonterías. Yo soy eso, uno es eso. Luego, ¿cómo voy a... ¿cómo se pasa a lo otro? ¿Verdad? Usted se pregunta eso, ¿no? ¿Es una pregunta correcta? Moverse de aquí allá. Es una pregunta errónea, obviamente. Porque si vas de aquí a aquello, aquello es lo mismo que esto. ¿Lo ha comprendido? ¡Vamos! ¿Comprende esto? Si digo que soy egoísta, ahora tengo que no ser egoísta, tengo que observar. El "tengo que" sigue estando en la misma categoría o es el mismo movimiento que pensar en sí mismo. ¿Estamos juntos en todo esto? Al menos algunos, espero.
38:03 Entonces, la pregunta es respondida: la respuesta no está fuera de la pregunta, sino que está en la pregunta. Es decir, observando la propia pregunta, lo que revela. Revela muchísimas cosas. Porque el observar, si lo puedo expresar de otro modo, el observar, el percibir no tiene tiempo. Lo otro está preso en el tiempo: pensar en mí mismo, un día voy a realizarme, ahora no tengo raíces, pero algún día voy a establecerlas, no tengo identidad, ¿entiende? Todo esto son cualidades ligadas al tiempo. La cualidad ligada al tiempo es esencialmente el "yo". No sé si usted quiere entrar en todo eso. Voy descubriendo todo esto mientras hablo. Mientras que el observar, si observa ese pájaro, ahí no hay tiempo en absoluto, sólo observación, ¿verdad? Así pues, la palabra y el pensamiento crean el tiempo. No entraré en todo eso. ¿Lo ha captado?
39:55 En la relación con otro la memoria está ahí. ¿Cuál es la acción de no permitir que la memoria se inmiscuya? ¿Se trata de ver su presencia desde que aparece y soltarla instantáneamente? O ¿debería uno encontrarse en un estado donde la memoria no asome la cabeza a menos que sea necesaria?
40:30 Volveré a leer la pregunta más despacio. En la relación con otro... Por favor, estamos escuchando la pregunta, no reaccionando a la relación que usted tiene. Su esposa está sentada a su lado, no reaccione. Es muy difícil. Es un mundo extraño este, ¿no? En la relación con otro la memoria está ahí. ¿Cuál es la acción que no permite que la memoria se inmiscuya? ¿Es ver su presencia desde que aparece y soltarla instantáneamente? ¿O debería uno encontrarse en un estado donde la memoria no asome la cabeza a menos que sea necesaria? ¿De acuerdo? ¿Han captado la pregunta? ¿La han captado? ¿Tengo que leerla otra vez? ¿Quieren que se la vuelva a leer? En la relación con otro la memoria está ahí. ¿Cuál es la acción que no permite que la memoria se inmiscuya? ¿Es ver su presencia desde que aparece y soltarla instantáneamente? ¿O debería uno hallarse en un estado donde la memoria no asome su cabeza a menos que sea necesaria?
42:57 ¿Cuál es la pregunta? La cuestión es que en nuestra relación mutua, íntima o no, la memoria está ahí, ¿verdad? Siempre está ahí porque uno vive con esa persona —cocinar, sexo, lavar los platos—. El que habla ha lavado muchos platos. Dondequiera que vaya lava los platos. Excepto en la India, allí no lo permitirían.
44:04 Ahora bien, el estado real en nuestra relación con otro es la actividad de la memoria. No puede refutarse. Es así. ¿No es cierto? ¿Están todos de acuerdo con eso? ¿No? Usted no está seguro. ¿No está nuestra relación basada en el reconocerse? Las palabras, mi esposa, mi marido, lo que ella dijo esta mañana, él estaba de mal humor, "tú sólo mirabas el periódico, nunca me mirabas a mí", su preocupación por su trabajo, etc. Eso es la memoria operando. Nadie puede negarlo. ¿Cuál es la acción —pregunta él— que no permite que la memoria se inmiscuya? La memoria está ahí, ¿verdad? No es que la memoria se inmiscuya. La pregunta está mal. O sea, hay otra conclusión: que la memoria no debería inmiscuirse en la relación. Usted ya llegó a esa conclusión al escuchar al que habla y decir: "Sí, totalmente de acuerdo, la memoria no debería inmiscuirse". Entonces, usted me pregunta: "¿Cómo es posible?" Formula una pregunta errónea, y la responde mal. Aclarémoslo.
46:40 Nosotros vivimos con los recuerdos, no sólo en cuanto a nuestra relación íntima con otro, sino también la larga serie de recuerdos que hemos acumulado a lo largo del tiempo. La memoria racial, la memoria lingüística, la memoria social, legislativa, el recuerdo de los libros que hemos leído. Toda esta acumulación de recuerdos desde la infancia y la memoria racial que nos ha quedado grabada, etc. Así que tenemos recuerdos. Somos recuerdos, ¿no es así? Dejemos claro esto. Nosotros somos los recuerdos pasados y presentes y también los futuros, a menos que ocurra algo, que ocurra una catarsis, una crisis, etc. Memoria del pasado, del presente y del futuro es lo que somos. En la tradición, en la religión, en la sociedad, etc. —la clase social, el nivel económico—. No entraré más en ello, repitiéndolo una y otra vez. Así pues, somos recuerdos. Y ella añade más memoria o él añade más memoria, de forma que todo el tiempo estamos acumulando recuerdos. No es que la memoria se inmiscuya, ¿correcto? Cuando usted dice que la memoria no debería inmiscuirse, es otra forma de memoria. ¿Lo hemos comprendido? Porque usted ha oído decir a quien habla que en la relación el conocimiento es un peligro, los conocimientos son un impedimento, y lo acepta, o lo ve, y dice: "¿Cómo voy a impedir ahora que la memoria se inmiscuya?" Pero usted es un manojo de recuerdos. Usted no quiere que ese recuerdo en particular con su esposa o su marido se inmiscuya. Ahí usted quiere tener una buena relación, pero en otro lado no le preocupa, ¿verdad?
50:01 El que pregunta dice: ¿Se trata de ver que está presente, es decir, que surge la memoria, y cuando surge, soltarla instantáneamente, en la relación? ¿Han comprendido? ¡Vamos, señores! Que alguien diga sí o no, si lo comprende o no. O ¿debería uno hallarse en un estado donde la memoria no asome su cabeza a menos que sea necesaria? Es una pregunta muy complicada, ¿no es cierto? Y no requiere un cerebro complicado, un cerebro muy sencillo puede observarlo. Se lo voy a mostrar enseguida.
51:12 Usted y yo somos recuerdos, un manojo de recuerdos. Incluso si dice que en mí está Dios, la luz, un sentido de espiritualidad, sigue siendo memoria. Así que yo soy la estructura entera del ego, yo y todos mis conocimientos son memoria. Ahora bien, veo en mi relación con mi esposa, marido, hijos o el vecino, que estos recuerdos están siempre incorporados. El recuerdo de mi esposa que dijo algo desagradable o me acosó, o dijo algo placentero o excitante, sigue siendo la memoria que he acumulado, ¿verdad? La cuestión es ... —¿entiende todo esto?—, la cuestión es: ¿Por qué el cerebro retiene todas estos recuerdos? ¿Se haría usted esta pregunta? ¿Por qué el cerebro retiene algo placentero que ella me dijo y algo desagradable que me dijo ayer y que también queda registrado? Tanto lo agradable como lo desagradable se graba y se convierte en memoria. ¿Por qué graba el cerebro? Esta es la cuestión, ¿comprende?
53:10 Hubo una guerra hace casi cuarenta años. Y se escriben libros sobre ella, se habla de ella, se muestran por televisión escenas emocionantes sobre la guerra, los distintos instrumentos de destrucción. Ya sabe, reteniéndola y manteniéndola todo el tiempo. ¿Por qué? ¿Entiende? Nos adentraremos en ello.
53:41 Estamos haciendo una pregunta mucho más seria y fundamental: ¿Por qué el cerebro lo registra todo? ¿Por qué debería grabar lo agradable y lo desagradable? Se encuentra en un estado de constante registrar. ¿Estamos de acuerdo con esto? Es un hecho, no una invención del que habla. Ahora la cuestión es que es necesario registrar cómo conducir un coche, cómo escribir una carta, saber usar instrumentos, tener conocimientos para desmontar y montar un automóvil —cosa que ha hecho el que habla—, ahí es necesario, ¿verdad? Pero, ¿por qué graba psicológica, internamente? ¿Capta la pregunta? Preguntamos: ¿Es necesario registrar lo placentero, lo desagradable, el halago, el insulto, y todo lo demás? ¿Es necesario? ¿O el registrar en lo psicológico fortalece y construye el ego, el "yo", la personalidad? ¿Entiende? Véalo. El registrar es necesario, si no, no podríamos hacer nada en el mundo físico. Si usted es hombre de negocios, tiene que conocer muchas cosas, si es banquero, ha de tener muchos conocimientos, si es cirujano, médico, oculista, ¿entiende? o construye computadoras. Ha de saber muchísimo. Ahí es absolutamente necesario, ¿no?
56:17 Ahora preguntamos: internamente, bajo la piel, por así decir, que es la psique, el área psicológica, ¿por qué debería haber registro ahí? ¿Se trata de una prolongación de las necesidades físicas externas hacia las necesidades psicológicas, es una prolongación de aquello? ¿Es una prolongación de aquello? ¿Comprende? ¿Es una continuación del conocimiento externo, que es necesario, y decimos que en lo psicológico también es necesario? Nunca lo cuestionamos. ¿Comprende lo que digo? ¿Estamos de alguna manera juntos en esto? No están paralizados, ¿verdad? Por favor, yo no los estoy hipnotizando.
57:38 Estamos pues cuestionando todo el proceso de registrar. Si veo que lo que ella me dijo esta mañana no es importante, no es necesario, dirá algo diferente mañana, yo le diré algo enteramente diferente, ¿verdad? Ambos jugamos a esto. ¿Y qué más da? ¿Es necesario? Eso significa que estoy construyendo una imagen de ella, y ella construye una imagen de mí, un retrato mío. El retrato, la imagen, el símbolo se vuelve muy fuerte. Usted ya conoce todo esto, ¿verdad? Se vuelve tremendamente fuerte. Por eso digo "Ella es así", y ella dice que yo soy así, y nos mantenemos separados, excepto tal vez en la cama. Y esta división se hace más y más grande, hasta que yo me separo o ella se separa y busco a otra mujer y empiezo el mismo juego otra vez. Y ella hace exactamente lo mismo. ¿Están de acuerdo con todo esto los casados?
59:39 Eso es lo que sucede. Pero decimos, al examinar la cuestión, surge la inevitable pregunta: ¿Es posible no registrar en lo psicológico? ¿Qué significa eso? ¿Es posible? Este proceso mecánico, es un proceso mecánico. El cerebro se acostumbró a ello, forma parte de su tradición, contribuye a perpetuarse a sí mismo como el "yo". Preguntamos si se puede registrar donde es absolutamente necesario, y no registrar en absoluto en lo psicológico. ¿No ve usted la belleza de eso, por Dios? Es decir, ante todo, vea el peligro de registrar en lo psicológico. Yo soy hindú, usted es cristiano, budista o tibetano o sigue a algún pequeño y extravagante gurú, puede tener mucho dinero, poder, posición, pero sigue siendo algo minúsculo y extravagante. Usted ve todo eso. Preguntamos, pues: ¿Es posible no registrar en lo interno? ¿Cuál es su respuesta? Les hago una pregunta. Ustedes me han hecho varias a mí, pero yo les hago una. ¿Es posible no grabar en lo psicológico? Lo cual significa no sentirse lastimado ni halagado. Es lo mismo. Puede que diga que sí es posible, o puede que diga que no lo es. Tanto si dice una cosa como la otra, usted mismo se bloquea, ¿no? Si dice: "No puedo subir a esa montaña", deja de caminar. Pero si dice: "Bueno, voy a caminar y a ver qué pasa", entonces tiene lugar una acción totalmente diferente.
1:02:47 ¿Cuál es pues su respuesta? La respuesta de quien hace la pregunta es esta:
1:03:09 ¿Es usted consciente de algo? Consciente de la forma de esta carpa, de cuántas secciones tiene, de la palabra impresa del dueño de la carpa ahí. ¿Se da cuenta de todo esto? Sus proporciones, su longitud, su longitud, sin medirla, y se da cuenta de la gente sentada a su alrededor, los diferentes colores, los rostros, diferentes rostros, jóvenes, viejos, con pelo blanco, pelo negro, etc. ¿Se percata de todo esto? ¿O nunca ha mirado? Si no se da cuenta, puede que no sea consciente de sus propias reacciones. Puede que no sea consciente de sus propias respuestas. Puede que no sea consciente de su cuerpo, porque es demasiado intelectual, viviendo allí arriba. O es muy romántico. ¿Es consciente de todo eso? Sentimental, con apegos, etc. Si usted es consciente, consciente, sin decir: "Bueno, me doy cuenta, pero no me gusta esta camisa, es demasiado azul". Eso me dijeron esta mañana. ¿Somos, pues, conscientes en ese sentido, sin elegir? Un darse cuenta sin elección. Entonces, si es consciente sin elección, está atento, ¿comprende? Darse cuenta sin elección significa atención, no cultivada diciendo: "He de estar atento". Sino darse cuenta de los árboles, de los pájaros, de los globos que ascienden, las montañas, la luz sobre las nubes, el atardecer, la luz de la luna, etc. Observando, observando. Consciente de todo esto, y de su reacción a todo esto, sin responder ni elegir: me gusta esto, no me gusta aquello, es mío, es tuyo, ¿entiende? Simplemente darse cuenta. A partir de este darse cuenta sin elección, hay atención. Estar atento con sus ojos, con sus oídos, con sus nervios, con todo su ser. Entonces cuando ella me dice algo, estoy completamente atento, ¿verdad? Ella dice: "Eres un bruto", y puesto que estoy atento no hay reacción, ¿comprende? Es sólo cuando hay inatención que hay reacción. ¿Lo capta?
1:06:51 ¡Caramba! Lleva tanto tiempo explicar todo esto. ¿Lo ha captado? Cuando hay completa atención no hay registro alguno. Pero tengo que prestar completa atención ahí, al conducir un coche tengo que estar tremendamente atento. Atención allí y acá, atención. Pero cuando estoy inatento a lo que ella dice, se graba, naturalmente. ¿Lo ha captado? ¿Lo hará? Eso es lo divertido, y no simplemente escuchar una sarta de palabras. Pero si uno realmente lo pone no en acción, sino que ve la verdad de ello, no hay grabación. Y si graba, si distraídamente graba, puede lidiar con ello al instante. Pero si está constantemente inatento, como solemos estar, en nuestra relación con otro porque ese es nuestro hábito: La conozco desde hace cuarenta años, ¡por Dios!, o diez días. ¿Entiende? Así pues, la cualidad de la atención y la de la inatención, de no prestar atención, son dos cosas diferentes. Donde hay inatención hay elección, un no darse cuenta, una falta de atención, entonces, el proceso de grabación continúa, se instala el viejo hábito. Pero cuando hay atención el viejo hábito se rompe. ¿Lo ha captado? ¿Cómo se puede reconciliar... Oh. Lo siento.
1:09:20 Comprendo que el silencio interno no puede ser practicado ni buscado, pero ¿cuál es la base sobre la que puede darse?
1:09:35 Comprendo que el silencio interno no puede ser practicado ni buscado, pero ¿cuál es la base sobre la que puede darse? La pregunta está clara.
1:09:59 El que pregunta entiende que el silencio no se puede alcanzar, no se puede practicar a través de la meditación, ¿verdad? No puede ser controlado. No sé por qué lo acepta, pero al parecer usted lo acepta. Pero ¿cuál es la base en la que puede producirse?
1:10:44 Cuando usted observa algo, las nubes, la montaña, el río o el árbol, o a su esposa o vecino, aquella persona de condición humilde, carente de educación, ¿puede observar todo el fenómeno de la vida en silencio? No diga: "Creo que sí". Es decir, mirar, observar sin la reacción de las opiniones, porque estamos repletos de opiniones sobre cualquier cosa, ¿verdad? ¿Por qué tenemos opiniones? Venga, dígame por qué los seres humanos tienen opiniones tan profundamente enraizadas, o muy superficiales. "Yo creo". ¿Por qué? Mi gurú tiene razón, es mejor que el tuyo, y estoy dispuesto a luchar. Estas opiniones, conclusiones, conceptos, ideales, dividen a los seres humanos. Esto es evidente. Hay los idealismos totalitarios y los idealismos democráticos. ¿No es así? Dividen a la gente, los ideales dividen a la gente. Y el que hace la pregunta dice: "Entiendo que el silencio interno no puede ser practicado". Cuando usa la palabra "entiendo", ¿qué significa para él "entender"? ¿Comprende? Se lo pregunto a usted, ¿qué quiere decir con "entender"? Yo entiendo cómo se monta esta carpa, y cómo se desmonta, entiendo la distancia entre aquí y Ginebra, entiendo lo que alguien ha dicho. Yo entiendo la máquina de combustión interna, etc. ¿Es este entender intelectual, verbal? ¿Es tan solo entender porque usted ha dicho algo y entiendo el significado de las palabras? O ¿cuándo tiene lugar la verdadera comprensión? Es decir, veo algo instantáneamente, y esa misma percepción de la verdad cambia toda mi existencia. ¿De cuál se trata? Porque es importante captar el significado de la palabra "entender". Yo entiendo algo intelectualmente, o lo capté emocional, sentimental, romántica e imaginativamente, y todo eso. O en verdad no sólo veo la profundidad y el significado de las palabras, sino que también en la mutua comunicación veo la verdad de lo que usted dice. Ver la verdad, no una conclusión ni la idea de lo que dice, la verdad de ello, el perfume, la profundidad, el sabor de ello. Entonces esa comprensión es una revolución. Pero dicen a la ligera: "Ah, sí, entiendo lo que K dice", lo cual es absurdo. Quien hace la pregunta dice: "Entiendo que el silencio interno no puede ser practicado ni buscado". Pero ¿no buscan todos alguna clase de quietud interna, alguna clase de paz, a veces? Todos ustedes buscan. No digan: "Nosotros no buscamos". Buscamos alimento, consuelo, escapar de esta terrible confusión en la que uno vive. Pero decir a la ligera: "Entiendo que el silencio interno no puede ser practicado ni buscado", si me perdona, perdone a quien les habla por decir que usted no comprende de verdad lo que ha dicho. ¿Pero cuál es la base sobre la que el silencio puede surgir? Esa es la verdadera pregunta, ¿de acuerdo?
1:17:04 ¿Qué es necesario para que el estado del cerebro sea totalmente silencioso? ¿Por qué quiere estar en silencio? Cuando usted observa, percibe algo, si no tiene ninguna reacción a ello, ni respuesta, solamente observa, la observación misma es silencio, ¿verdad? ¿Comprende? Naturalmente. Yo les observo y ustedes me observan a mí. Si yo, si el que habla tiene reacciones al observar, realmente no está respondiendo. Él no está observando las reacciones de ustedes, sus sentimientos y demás. Y si usted observa al que habla y tiene reacciones, no lo está observando, sino que está viendo sus propias reacciones. Es simple.
1:18:25 Así pues, la base en la que puede darse el silencio no es ni practicando ni mediante la determinación, la fuerza de voluntad ni el deseo, sino que llega naturalmente cuando hay libertad, libertad del conflicto. Así que tienen que comprender el conflicto. No decir: "He de tener silencio", que no tiene sentido. De modo que la base sobre la cual adviene la natural, clara, hermosa e inmensa profundidad del silencio llega cuando hay libertad completa. Uno no debería pues preguntar por la cualidad del silencio, ni cómo acontece, sino ¿puede uno ser libre? Libre del conflicto, libre de sentirse herido, libre de temor, ansiedad, soledad, del sufrimiento y demás. Entonces la casa del silencio es inmensa.
1:19:57 Son las doce. ¿Es suficiente por esta mañana? ¿O quieren que veamos otra pregunta? ¿Estoy trabajando yo o ustedes trabajan también? ¿Estamos juntos trabajando o ustedes meramente escuchan un sinfín de palabras? Si ustedes estuvieran de verdad cooperando activamente, compartiendo activamente, yendo hasta el mismo final de ello, estarían exhaustos. Pero si se lo toman a la ligera, es como un río que suena, se acostumbran a él. De todas formas aunque sean las doce, miraremos la última pregunta.
1:21:00 ¿Cómo puede uno reconciliar las exigencias de la sociedad, con una vida de total libertad?
1:21:10 ¿Cómo puede uno reconciliar las exigencias de la sociedad con una vida de total libertad?
1:21:21 ¿Cuáles son las exigencias de la sociedad? ¿Cuáles son las exigencias de la sociedad? Dígamelo, por favor. ¿Ir a la oficina de nueve a cinco, ir a la fábrica de nueve a cinco, ir al club nocturno después de todo el aburrimiento de la oficina a divertirse, ir de vacaciones quince días o tres semanas a la soleada España o Italia? ¿Cuáles son las exigencias de la sociedad? ¿Que usted ha de ganarse la vida, tiene que vivir en determinado lugar del país el resto de su vida, ejercer ahí de abogado, de médico o de cirujano, o ser un líder sindical en la fábrica, etc., etc.? ¿Es así? Por lo tanto hay que también preguntar ¿qué es la sociedad que tanto exige? ¿Qué es la sociedad? ¿Quién creó esta maldita cosa? ¿Quién es responsable de todo esto? La iglesia, el templo, la mezquita, y todo el circo que hay dentro, ¿quién es responsable de todo esto? ¿La sociedad es diferente de usted? O usted crea la sociedad, cada uno de nosotros, con nuestra ambición, nuestra codicia, nuestra envidia, nuestra violencia, nuestra corrupción, nuestro miedo, buscando nuestra seguridad en la sociedad, en la nación, ¿entiende? Nosotros hemos creado esta sociedad y luego la culpamos de lo que nos exige. Por eso pregunta: ¿Puedo vivir con absoluta libertad? ¿puedo reconciliar —es mejor— la sociedad y yo en la búsqueda de la libertad? ¡Es una pregunta tan absurda! ¿Comprende? Disculpe quienquiera que haya formulado esa pregunta. No es por descortesía. Porque usted es la sociedad. Si nosotros verdaderamente vemos esto, no como una idea ni un concepto ni algo que tenga que aceptar. Pero usted, cada uno de nosotros en esta tierra desde los últimos cuarenta mil años o más, hemos creado esta sociedad en la que vivimos. La estupidez de las religiones, ¿verdad? La estupidez de cada nación armándose. ¡Por Dios!, nosotros la hemos creado porque insistimos en que soy americano, francés o ruso. Insistimos en que soy católico, protestante, hindú, budista, musulmán, etc. Nos da seguridad llamarnos así, y la búsqueda de seguridad es destruida por nuestra división. ¡Está tan claro! Yo no sé...
1:25:42 Así pues, no hay reconciliación entre la sociedad y sus exigencias, y su demanda de libertad. Dicha demanda proviene de su propia violencia, de su propio, feo y limitado egoísmo. Es una de las cosas más complejas descubrir por uno mismo dónde está el egoísmo, dónde el ego muy, muy sutilmente se esconde. Puede esconderse en la política, "por el bien del país". Puede esconderse en el mundo religioso con gran belleza —"yo creo en Dios, sirvo a Dios"—. O en el trabajo social —no estoy en contra del trabajo social, no saquen esta conclusión—, puede esconderse ahí. Puede esconderse en el matrimonio, en el amor, ¿verdad? Requiere un cerebro muy atento, no analítico sino vigilante, ver dónde se esconden las sutilezas del "yo", del egoísmo. Cuando él no está, la sociedad no existe, usted no tiene que reconciliarse con ella. Sólo el inatento, el irreflexivo, el inconsciente que dice: "¿Cómo he de responder a la sociedad si trabajo para la libertad?" ¿Comprende?
1:28:08 Si me permiten indicarlo, necesitamos ser reeducados, no en institutos, escuelas ni universidades, que también condicionan nuestro cerebro, o cuando trabajamos en la fábrica, etc., sino educarnos a nosotros mismos siendo conscientes, viendo cómo estamos atrapados en las palabras, etc. ¿Podemos hacerlo? Si no podemos hacerlo, vamos a tener guerras perpetuamente, lloraremos perpetuamente, siempre en conflicto, desdicha y todo lo demás. El que habla no es ni optimista ni pesimista. Estos son hechos. Cuando uno vive con hechos tal como son, tal como los observan, no datos proporcionados por las computadoras o por los poetas, sino observando su propia actividad, sus propias búsquedas egoístas, etc., A partir de ahí crece una libertad maravillosa con toda su gran belleza y fuerza.
1:30:00 Siento haber hablado tanto. ¿Puedo levantarme, por favor?