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SA84T5 - ¿Por qué vivimos con problemas sin resolverlos?
Quinta charla pública
Saanen, Suiza
17 de julio de 1984



0:24 ¿Podemos continuar donde nos quedamos el domingo?
0:38 Hablábamos de varios conflictos y problemas de la vida, como el temor, la relación y los conflictos que tenemos en nuestra vida diaria. ¿Por qué, si uno se lo pregunta, tenemos siempre problemas? Problemas de relación, problemas económicos, problemas sociales, problemas individuales. Parece que vivimos con muchísimos problemas, y nunca somos capaces de solucionarlos. Al solucionar uno, parece que creamos muchos otros. Hasta la muerte parece que vivimos con tantos conflictos, tantas crisis no resueltas, etc. Si uno es consciente de verdad, si estamos interesados en nuestra vida cotidiana, ¿podemos preguntar por qué tenemos estos problemas? ¿Por qué vivimos con tantos conflictos, tantas exigencias, tantos problemas no resueltos durante toda nuestra vida? ¿Es que nuestros cerebros están condicionados a tener problemas? Desde la infancia, en la escuela, el instituto, la universidad, si uno sigue este camino, cada nivel de la educación condiciona el cerebro con problemas: problemas de matemáticas, problemas de aprendizaje, problemas de las distintas disciplinas por las que uno pasa. ¿Es que nuestros cerebros son condicionados desde los mismos comienzos de nuestra vida? Tenemos problemas, y el cerebro ha sido condicionado a resolver problemas, ¿verdad? Así que nuestro cerebro está condicionado a los problemas, ¿no? Estamos hablando juntos. Quien les habla no está instruyendo. El que habla no está informando, de modo que esto no es una conferencia, sino más bien un viaje que hacemos juntos. Viajando no solo como hacemos en el mundo externo, sino también a fondo, internamente, en lo psicológico. Y para emprender ese viaje ambos tenemos que ir juntos. Así, también usted hace ese viaje, no solo el que habla. Así pues, nos adentramos juntos en esas cuestiones. El que habla no es ninguna autoridad, sino como dos amigos que hablan de los innumerables problemas de su vida. Eso es lo que estamos haciendo juntos.
7:04 Preguntamos: ¿Por qué nunca hemos resuelto ninguno de nuestros problemas? ¿Se debe a que nuestro propio cerebro está condicionado a resolver problemas? ¿Y por tanto el mismo cerebro no está libre de problemas? Únicamente un cerebro libre puede solucionar problemas. Pero si el mismo cerebro está condicionado, y por lo tanto él mismo se ha convertido en un problema, entonces, no solucionará ningún problema que se presente.
8:09 Y preguntamos: ¿Por qué? ¿Por qué el cerebro está —o si a usted no le gusta la palabra "cerebro"— por qué nuestra conciencia —de la que hablaremos dentro de poco—, por qué nuestra conciencia está tan enredada, en tantos asuntos? Y cuando nuestra conciencia, que es lo que somos, es una entidad tan compleja, entonces, esta misma complejidad no es capaz de solucionar nada. ¿Verdad? Es un hecho simple. Y preguntamos: ¿Puede esta conciencia, puede esta psique ser libre alguna vez? Porque la vida tiene problemas. La vida constantemente nos lanza problemas, y si el cerebro, la conciencia, toda nuestra naturaleza no es libre, entonces nunca seremos capaces de solucionar ningún problema. ¿Nos estamos escuchando mutuamente? Si puedo preguntarle como un amigo: ¿Escucha alguna vez completa, plenamente, mientras está ahora aquí sentado, o caminando juntos por un bosque? ¿Escucha alguna vez plenamente? ¿O solo parcialmente? Si uno escucha parcialmente, en un estado de distracción, no pone toda la atención a escuchar. ¿Alguna vez escucha completamente a su esposa o a su marido? ¿O ya sabe lo que ella va a decir, o lo que él va a decir? Porque hemos vivido con ella, o con él, etc., y así, nos acostumbramos a su voz, a su uso de las palabras, a sus respuestas repetitivas, de modo que casi ya sabe lo que va a decir antes de que empiece a hablar. ¿Somos así nosotros? ¿Va a escuchar a quien le habla? No como si usted ya lo hubiera escuchado antes, sino que por vez primera lo escucha. ¿Lo ha intentado alguna vez? Escuchar a un pájaro que trina en la noche, o temprano por la mañana? ¿Ha escuchado alguna vez el susurro de las hojas? ¿Ha escuchado o mirado las nubes que flotan en un cielo azul?
12:54 Escuchar es un arte. Es un gran arte. Cuando escucha tan atenta, plenamente, no hay barreras, porque entonces, presta toda la atención a lo que oye. Es solo cuando hay inatención, cuando solo hay un escuchar parcial, la comunicación entre usted y otro cesa.
13:47 ¿Podemos pues aprender juntos el arte de escuchar? El arte de escuchar. El arte de escuchar no solo con el oído externo, sino también escuchar con el oído interior. No solo a sí mismo: oír las propias reacciones, las propias respuestas, sino también oír lo que otro está diciendo, de forma que sus propias reacciones y lo que está escuchando coincidan, que no haya división. Es un gran arte para aprender. Cuando escucha música clásica, Beethoven, Mozart, o Bach, etc., cuando escucha plenamente, sin acordarse de que ya lo había escuchado antes y sin regresar a todos los placeres románticos que tuvo al escucharlo, sino que realmente escucha ahora. Eso, como hemos dicho, es un arte. Lo mismo que el ver es un arte: el ver las nubes, el tren que pasa, la belleza de una gran nube. Cuando hay esta percepción total de la belleza no está el "yo" interfiriendo, el ego, la conciencia, con todos sus problemas. Entonces, donde está el arte de escuchar y el arte de ver, esta belleza, o el sonido de un tren que pasa traqueteando, escucharlo tan plenamente, entonces ahí no hay ego en absoluto. Solo está escuchando, viendo. Esto no es algo romántico, sino que si lo hace de verdad, verá cuán simple es todo.
17:09 Estamos pues preguntando... ¡Escuche ese sonido, el estruendo de ese avión! Cuando de verdad escucha, usted no está, ¿no?
17:52 Regresemos, pues. Tenemos que investigar... Cuando escucha ese avión completamente, no hay resistencia a ese sonido. Cuando hay resistencia o un proceso defensivo, el "yo" aparece, ¿verdad? (Ruido. Risas)
19:23 Hablábamos de los problemas, y de si el propio cerebro puede estar libre de ellos, de forma que pueda solucionar problemas. Para comprender eso hemos de entrar en la cuestión de la conciencia. La conciencia. Puede que no le guste usar la palabra "conciencia". Algunos psicólogos le ponen objeciones. Si usted objeta esa palabra, están todas las reacciones, reacciones biológicas, emocionales, intelectuales. Estas reacciones están registradas en el cerebro, grabadas en el cerebro. Así que las reacciones biológicas, es decir, físicas, emocionales, intelectuales, todas esas reacciones están contenidas en el cerebro, grabadas en el cerebro. Si usted tiene dolor, eso queda grabado. Las grabaciones, los recuerdos, son parte de la conciencia. Y esa conciencia son las creencias, sus reacciones, su fe, sus temores, ansiedades, desconfianzas, depresiones soledad, dolor, placer, sufrimiento, y todos los conceptos imaginativos y románticos de Dios, del universo. Todo eso es lo que usted es. ¿No es así? Todo eso es su conciencia. Nuestra conciencia está en perpetuo conflicto con sus propias reacciones. ¿Correcto? ¿Está siguiendo esto? Es evidente. ¿Hace falta entrar en todo eso?
22:48 Un deseo que se opone a otros deseos. Una opinión en contra de otra opinión, una conclusión que cambia más tarde por otra conclusión. Uno deja a un lado una creencia y adopta otra creencia. ¿Verdad? Un placer y el aburrimiento de este placer, exigiendo otro placer. Así pues, nuestro cerebro está constantemente en desorden. Es un hecho. Nadie puede negarlo. Así pues, nuestra conciencia, lo que somos cada uno de nosotros, es el contenido completo de nuestra conciencia. ¿De acuerdo? Lo que usted aprendió, ya sean habilidades, lo que uno acumuló científicamente, lo que uno acumuló como conocimiento, como experiencia, todo eso es usted. Su alma, si es que cree en el alma, o si usted es asiático, tiene alguna otra forma de creencia, etc. ¿Tenemos claro este asunto?
24:51 Entonces, ¿qué es esta conciencia, que está tan especializada que es "la suya"? ¿Entiende mi pregunta? Usted dice: "Es mi conciencia, no la suya". Yo sufro y ese sufrimiento soy yo, es mío. Placer, es mi placer, mi dogma, y dicho dogma puede ser compartido por millones o miles, pero sigue siendo "el mío". ¿No es cierto? Ahora, vamos a cuestionar si de verdad es suyo. Se nos ha educado, tanto en lo biológico, lo social y lo religioso a pensar que estamos totalmente separados de los demás. ¿Verdad? Usted es un hombre, la otra es una mujer, un niño o un anciano con un pie en la sepultura. Estas diferencias existen. Pero en la conciencia, ¿somos diferentes? ¿Comprende mi pregunta? Por favor considérelo. No escuche simplemente: yo pregunto, y usted espera la respuesta, sino que juntos compartimos la pregunta. Hasta ahora hemos aceptado que nuestra conciencia, nuestra inteligencia, nuestros sentimientos y conceptos son todos míos, son "yo". Y el que habla y usted cuestionamos ese hecho. Eso significa que está inquiriendo en ello con escepticismo, con dudas.
27:52 Cuando usted viaja por el mundo, por diferentes rincones de pequeñas aldeas, por pueblos bastante grandes, y por las grandes ciudades del mundo, encuentra ahí que todos los seres humanos sufren, todos ríen, todos lloran, como usted, todos tienen sus problemas, todos ellos tienen sus propios sentimientos, igual que usted. Puede que no sean sofisticados ni instruidos y que no sepan lo que es el mundo, pero ellos tienen miedos, ansiedades, depresiones, la sensación de profunda soledad, sufrimiento, y esperan que haya algo más allá de toda esta desdicha. Y tienen sus propios dioses, como usted tiene los suyos.
29:34 Así pues, esta conciencia —por favor, no acepte lo que dice el que habla, cuestiónelo, dude, pero siga adelante—, así pues, esta conciencia, que pensamos que es nuestra, es compartida por todos los seres humanos, ¿verdad? Compartida por todo el mundo. Esta conciencia, pues, es común a todos nosotros. La secuencia de eso, el que toda nuestra conciencia, los sentimientos, las respuestas, por sutiles, brutas o rudas que sean, es compartida por cada ser humano en esta tierra. No es pues mi conciencia. No es su conciencia. Esto es lo que usted no va a aceptar. Por eso nosotros no somos individuos. ¿Acepta esto? ¿Lo ve? Véalo primero de forma lógica. La lógica es necesaria. La razón es necesaria. La lógica, paso a paso, investigando razonablemente, paso a paso, como hemos hecho. Y cuando se da cuenta de eso, del hecho, no como una suposición ni un ideal romántico, sino el hecho de que todos compartimos esto, todos tenemos la misma base. Todos tenemos el mismo movimiento de dolor, de sufrimiento, placer, depresión, ansiedad. Cuando ve esta verdad, y siente esa realidad, usted es toda la humanidad. Usted es la humanidad, no está separado diciendo: "Yo soy suizo, tengo mi peculiar educación". Por supuesto que tiene una educación peculiar, está rodeado de estas maravillosas montañas, es próspero, está bien alimentado, educado, —entre comillas—. Quizás un niño que vive en una pequeña aldea lejos, en un país extranjero, puede que no haya tenido educación, que solo viva, y en apuros, con una comida al día, pero él piensa como usted. Piensa. El pensar es común a todos nosotros. La expresión de dicho pensar puede ser diferente. Si usted es poeta, puede que escriba un poema. Si es pintor puede hacer una cosa u otra. Pero pensar es común a todos nosotros.
34:22 Si ve esta verdad, su profundidad, el sentimiento de ello, su sutileza, entonces se da cuenta de que usted es la humanidad y por lo tanto tiene una tremenda responsabilidad. Usted no puede matar a otro, porque se está matando a sí mismo.
35:07 Así pues, comprendiendo esta conciencia que es, como dijimos, todos los recuerdos pasados, las experiencias con su conocimiento almacenado en el cerebro como memoria, esta memoria, no la expresión de dicha memoria, sino que la memoria es común. Usted recuerda el camino a su casa, igual que el hombre en aquel pueblecito a miles de millas de distancia recuerda el camino de su campo a su cabaña.
36:04 Así que preguntamos: Mientras esa conciencia, que está almacenada en el cerebro, como reacciones, etc., mientras ese cerebro se halle en un estado de desorden, en un estado de problemas, nunca podrá solucionar ningún problema. Solo un cerebro libre, no entorpecido ni limitado, solo tal cerebro puede resolver problemas. Nos preguntamos si ese cerebro, esa conciencia con todo su contenido, el contenido constituye la conciencia. Si no hubiese contenido, la conciencia no sería tal como la conocemos ahora. ¿El que habla pone muchas cosas en una charla? Si es así, lo siento. Esto es así. Porque si hay tiempo, investigaremos el sufrimiento, la pasión, que es diferente de la lujuria, y qué es el sufrimiento. Y también, si nos da tiempo esta mañana, hemos de investigar la inmensa cuestión de la muerte, ya que solo nos queda otra charla, el próximo jueves.
38:26 Así que preguntamos si la conciencia, con su contenido, puede llegar a ser libre, no la conciencia, sino el cerebro que la contiene. ¿De acuerdo? Este cerebro, que retiene todas los recuerdos, el pasado, el presente y el futuro, que retiene... ¿Puede este cerebro, puede esa conciencia estar absolutamente vacía? ¿Comprende mi pregunta? Por favor, pregúnteselo usted mismo. Ese tren no silbaba antes, ¡probablemente nos está animando! Y cuando preguntamos si el contenido del cerebro, no los conocimientos y habilidades de la vida diaria, sino toda la memoria psicológica, lo registrado, puede ser totalmente libre. Esta es en verdad una pregunta muy seria, porque hemos vivido con esa conciencia durante cuarenta o cincuenta mil años. Y hemos inventado todo tipo de dioses, todo tipo de salvadores, libros religiosos, desde los antiguos egipcios hasta el día de hoy. Y así, tenemos que considerar no solo si es posible que el cerebro retenga conocimientos en el área donde hacen falta, pero no los retenga en ninguna otra área, o sea, la psicológica, ese estado de la psique que recuerda, que contiene todo el pasado y el presente.
42:13 Entonces, para adentrarnos en ello hemos también de considerar el tiempo, el tiempo de cuarenta y cinco mil años hasta ahora, esa inmensa duración. Y también, durante este largo periodo de tiempo ha habido muchos dioses, muchas escrituras, muchas expresiones de crueldad, guerras, desespero, lágrimas, risas, ansiedad, inseguridad. Y eso es lo que somos. Es decir, el pasado está contenido en el presente. Eso está claro. El pasado está en el presente. Y el futuro está en el presente. Puesto que hemos tenido cuarenta y cinco mil años, vamos a tener otros cuarenta y cinco mil años, a menos que fundamentalmente cambiemos ahora. Esto es lógico.
44:12 ¿Es posible pues que esta conciencia cese enteramente, con todos sus problemas, desórdenes y demás? De lo contrario, si no hay un cese de todo eso, usted mañana o en mil mañanas será exactamente, modificado, lo que es ahora. ¿Está claro? Eso es la muerte. Ahondaremos mucho más en ella.
45:14 Deberíamos ahora profundizar en la pregunta de qué es el amor, qué es la compasión, y qué es la tristeza con su dolor. La humanidad desde el principio de los tiempos derramó lágrimas. Se mataron unos a otros, quizás unos pocos a la vez, con palos y flechas, con espadas, y miles, millones de personas sufrieron, lloraron, perdieron a hijos, esposos, seres amados, etc. El hombre ha sido así desde el principio, y al cabo de cuarenta, cincuenta mil años seguimos así, igual que antes, solo que ahora disponemos de medios increíbles para destruir a millones de personas de golpe. Hemos progresado inmensamente. Y a eso se le llama progreso. Durante esos cuarenta y cinco mil años, la humanidad lloró, sufrió, perdieron a hijos, esposos, esposas, destruyeron grandes ciudades y construyeron nuevas ciudades en su lugar, etc. Así pues, la humanidad, los seres humanos han sufrido inmensamente, y seguimos sufriendo inmensamente. Esto no es romanticismo, no es algo emocional. Es un hecho. Y nosotros no le ponemos freno, seguimos por la misma senda, el mismo movimiento. Y lloramos. Y así la humanidad... (Tren) ha sufrido inmensamente, como estamos sufriendo ahora. No hay ni un solo ser humano sobre la faz de la tierra que no haya sufrido, bien sea física, biológicamente, o emocional, intelectualmente. (Avión) ¡Parece que nos quieren!, ¿no?
49:50 Y nunca nos preguntamos o investigamos si hay un final del sufrimiento. En vez de preguntarnos de manera apremiante esa cuestión, hemos dicho que otro sufrirá por nosotros, como dicen los cristianos. Y los asiáticos, incluyendo sobre todo a los hindúes, dijeron que forma parte del karma. Ya conocen esta palabra sánscrita, lo que significa "karma", el sentido etimológico de esa palabra es "actuar". Lo que siembras recolectas, ya sea en esta vida o en la próxima. Esa es su idea. Lo que usted siembra, lo que ahora es, lo será en la próxima vida, quizás algo modificado, en la próxima vida. Así que nos hemos refugiado... Nos hemos refugiado en teorías, especulaciones, en la fe, en la próxima vida, etc., etc., pero nunca hemos encarado la cosa, nunca nos hemos quedado con ella. Nunca hemos dicho: "Yo sufro, viviré con ello y averiguaré por qué sufro." Sin escapar de ello, ni huir, sin buscar ningún consuelo. Eso significa que el sufrimiento es como una joya, una gran joya. Si usted tiene una gran joya en la mano, la mira, se maravilla, ve su belleza, mira cómo está montada, en platino, oro o plata, con tal delicadeza, refinamiento, tanta belleza. Usted la sostiene y la mira, no quiere huir de ella. Del mismo modo, si uno puede sostener esa cosa: el sufrimiento. No se vuelva morboso, no huya de él, solo sostenerlo y mirarlo, no como lo mira un observador. Hace algunos años un amigo tenía una joya de lo más extraordinario. Era una de las joyas más bellas y dijo: "Sostenla un momento". El que habla la sostenía y la miraba. Era realmente la cosa más extraordinaria, muy antigua, muy rica y valiosa. No tenía precio. Pero era algo externo. Esa joya no forma parte de usted. Está ahí, como este reloj, como este micrófono o esa cámara. Pero el sufrimiento es usted, usted no está separado del sufrimiento. ¿Verdad? Usted es el sufrimiento. Pero decimos: ¿Cómo me libraré de él? Por eso, en el momento en que dice: "¿Cómo me libraré de él?", usted se separa del hecho de que usted es el sufrimiento. ¿Comprende esto?
55:11 Cuando usted se enfada, o es codicioso, usted es codicioso, ¿no? No está separado de la codicia. Usted es la codicia. Pero decir: "He de librarme de la codicia", o "he de retenerla", o "ella es...", etc. ¿Comprende? Desde el momento en que usted se separa del sentimiento, del dolor, de la ansiedad, esa separación causa conflicto. ¿No es así? Así pues, el sufrimiento es usted, su autocompasión, su sensación de pérdida, su sensación de soledad, su sensación de fracaso, de remordimiento, arrepentimiento, culpabilidad y todo lo demás. La sensación de gran pérdida de alguien a quien usted había creído amar. Y cuando separa ese sufrimiento de usted, pensando que usted es diferente del sufrimiento, entonces, quiere huir de él, buscar consuelo, pero cuando usted es eso, porque usted es eso, entonces lo sostiene, sin ningún movimiento para apartarse de él, lo sostiene sin ningún pensamiento que interfiera con él. Solo observa. Entonces usted verá, si le presta toda su atención, que el sufrimiento termina, para nunca regresar.
57:39 Con el final del sufrimiento hay pasión, hay energía, energía incalculable, que es pasión. La lujuria es una cosa pasajera, algo para ser repetido. Pero la pasión nunca puede repetirse, está ahí porque hubo el final del sufrimiento. Y la mayoría de nosotros no tenemos esta pasión porque la mayoría está atrapada en el placer.
58:34 Entonces, con el final del sufrimiento hay amor. Si usted está sufriendo, no sólo físicamente, sino mayormente por dentro, ¿cómo puede amar a alguien? Puede sentir piedad, puede tener simpatía, puede ser amable, generoso, pero eso no es amor, sin embargo el amor incluye todo eso. Hemos dicho que debemos entrar en la cuestión de qué es el amor.
59:31 No es solo el final del sufrimiento, sino también el final de los celos, el final de la ambición, —escuchen esto, por favor, escuchen— el final de la ambición. ¿Cómo puede usted amar a otro, o tener amor en su corazón, si se está volviendo ambicioso, si ambiciona alcanzar, realizarse, ya sea en el mundo físico, o en el mundo psicológico. Cuando usted ambiciona llegar a estar iluminado —¡qué expresión tan tonta!—, cuando usted medita, —como alguno de ustedes —, probablemente muchos de los que hablan de meditación son ambiciosos porque quieren llegar a algo... Y, por tanto, esas personas no tienen amor en absoluto, porque siguen pensando en su propia ganancia.
1:00:53 Entonces ¿es posible tener ese extraordinario perfume en el que no hay celos ni comparación ni un estado de antagonismo, etc.? Donde hay amor, ese amor, ahí hay compasión. O sea, la compasión sólo puede darse donde hay libertad del sufrimiento. ¿Puede usted ser apasionado cuando pertenece a un país, a una religión, a un grupo, a una secta, cuando usted es un líder, cuando es un gurú? ¿Comprende todo esto? Y donde hay esa compasión hay inteligencia.
1:02:13 Deberíamos adentrarnos realmente en la cuestión de la inteligencia. La inteligencia es diferente del interés. La inteligencia es por entero diferente de la actividad del pensamiento, que se ha vuelto muy astuto. Uno puede ser muy astuto manipulando a la gente y llamar a eso amor, ¿verdad? ¿Comprende esto? ¿Ha inquirido alguna vez en lo que es la inteligencia? Hace falta mucha inteligencia para ensamblar un motor, ¿verdad? Se necesita mucha inteligencia, e involucrar tal vez a trescientas mil personas para ir a la Luna. Se necesita una inteligencia increíble para crear bombas de neutrones, para construir submarinos, aeroplanos, pero esa inteligencia es limitada. ¿No es así? Puede ser mecánica, es decir, fruto de la memoria, de los conocimientos, la experiencia, y el pensamiento tiene su propia actividad a la que llama inteligencia. Pero esa inteligencia es limitada, porque el pensamiento es limitado. Ya investigamos el tema del pensamiento. Es decir, el pensamiento se basa en la memoria, la memoria es la acumulación de conocimientos, y ellos son el resultado de la experiencia. Y hemos tenido miles y miles, tal vez millones de experiencias, los seres humanos, pero hay muchas más experiencias por tener. Por tanto, cada experiencia almacenada se convierte en conocimiento, y por tanto, ese conocimiento es limitado. Está claro. Y ese conocimiento limitado se retiene en el cerebro como memoria y la respuesta de la memoria es el pensamiento. Por lo tanto, el pensamiento es siempre limitado. Puede imaginarse un estado sin límites, pero sigue siendo limitado. Puede imaginar que Dios es todopoderoso, todo misericordia, todo eso, todo lo otro, pero ello sigue siendo limitado. La inteligencia es algo enteramente diferente. Llega donde hay amor y compasión. Esa inteligencia es racional, cuerda, sana, ilimitada. Y ¿es posible que nosotros, seres humanos que vivimos en esta tierra, haciendo nuestro trabajo cotidiano, agotador, aburrido o fascinante, ser compasivos, y tener ese extraordinario perfume del amor? Y donde él existe, hay inteligencia suprema.
1:07:21 Es hora de acabar. Trataremos la cuestión de la muerte, el inmenso significado de la muerte, y la fuerza de la muerte, que es tan fuerte como el amor. Y vamos también a tratar juntos el jueves por la mañana, pasado mañana, sobre qué es religión, y qué es meditación. El que habla pone la muerte, la religión y la meditación al final de las charlas, ya que en las últimas cinco, incluyendo ésta, hemos establecido la base. Y si la base no está bien establecida, bien construida, es decir, no tener miedo, no tener ilusiones, tener esa relación con otro sin conflicto, el cese del sufrimiento, esos son los cimientos. Sólo entonces podemos adentrarnos en la cuestión de qué es meditación, no cómo meditar, sino la realidad de la meditación, la realidad de una vida religiosa, y el gran significado de la muerte.
1:10:07 ¿Puedo levantarme, por favor?